Aunque llegue a resultar contradictorio, todo modo de ayuda siempre es bueno, y mucho más si lo hacemos casi sin darnos cuenta. Cierto es que el mundo del dinero y el mundo de las organizaciones sin ánimo de lucro no parecen tener mucho que ver, pero las empresas de tarjetas de crédito han encontrado el nexo de unión.... ¿que pasaría si tuviesemos tarjetas que al usarlas aportasen una ganancia a la ONG ligada a esta?
MBNA, empresa líder mundial en la emisión de
tarjetas de crédito Visa y MasterCard, presentaba hace algunos días su gama de tarjetas solidarias, cuyo uso nos permitirá
colaborar con distintos proyectos de ONGs. El primer caso contaríamos con la VISA
WWF/Adena que nos permite ayudar a la conservación y reforestación de bosques, en este caso MBNA realizó conjuntamente con esta ONG un proyecto para plantar hectáreas de bosque mediterráneo. En segundo, está la VISA de la
Fundación Vicente Ferrer, que con un programa de microcréditos ayuda a mujeres del distrito indio de Anantapur a ser valoradas y respetadas en su entorno, además de brindarles la oportunidad de adquirir una independencia económica que les permita ser protagonistas de un gran cambio social en dicha región. Y, finalmente, podemos optar por la VISA
Fundación Intervida que utiliza los fondos obtenidos para el mantenimiento de un programa de comedores escolares en Perú ayudando a incentivar la escolarización primaria en comunidades rurales, a la vez que mejoran el estado nutricional de los niños y niñas que los utilizan. Es sin duda un trio de ases ganador... estas tarjetas son gratuitas y no tienen cuota de mantenimiento, por lo que ser solidarios no nos va a costar ni un céntimo, sólo la intención de estar ahí, apoyando.
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