miércoles, 25 de junio de 2008

Una Vida En Cajas

'Meter tu pasado en una caja te da cuenta de lo frágiles que llegamos a ser. Lo dependientes que somos de lo que fuimos. Lo ingenuamente libres que nos pensamos. Lo mucho que deberíamos descomprar. O deshacer. O descubrir.'

Cuando descubrimos que nuestro mundo se limita a eso a cajas… nos damos cuenta de lo poco libres que somos por mucho que nos empeñemos en gritarlo a los cuatro vientos… y nos damos cuenta también de la hipocresía que nos rodea… la de los que presumen de duros, de inteligentes, de sabios, de maduros… No son los años los que nos dan la madurez sino la reflexión sincera y lo más difícil, el conocernos y conocer que es lo que estamos haciendo en este paseo al que llamamos vida… Las cajas pasarán… las llevará el agua de cualquier inundación… amarillearán con el tiempo o las roerá cualquier animalejo que se cuele en casa… Nuestra vida podrá desaparecer tan rápido que olvidaremos todo el tiempo que nos tomó guardar cada uno de aquellos recuerdos… y entonces mirando a nuestro alrededor no encontraremos nada… Porque en nuestro esfuerzo por tenerlo todo en cajas no quedó tiempo para crear lazos… vínculos… tal como aquel zorro advirtió al pequeño principe… Creimos estar invirtiendo en nuestra vida pero sí… 'lo esencial es invisible a los ojos'. Y esta claro que las cosas no abrazan, ni acompañan, ni están cuando es necesario que estén. Fue más importante nuestro éxito que aquellos a los que dejamos en el camino para alcanzarlo… importó más nuestro tiempo libre que dedicar unos segundos al ‘amigo’ que necesitaba hablar… culpamos de nuestro fracaso a otro para ocultar nuestra propia incompetencia… nos hicimos los interesantes porque sabíamos cuán aburrida y sin sentido era nuestra vida… Y a veces… para no pensarlo… acudímos a una cervecita… o a cualquier cosa que nos hiciese olvidar… no pensar… no razonarlo demasiado… mientras el tiempo pasaba sin más… implacable… pero sin más… Ante todo… no pensarlo… Hoy al abrir la caja de lo esencial… no hay nada… no hay nadie esperándonos… nadie entendiéndonos… Ellos tampoco quieren pensarlo demasiado… tampoco tuvieron tiempo… Tan frágiles como los contenidos de algunas de esas cajas de mudanza… nos sentamos en nuestro nuevo hogar y miramos a la pared… ¿Cuánto deberíamos descomprar? ¿Cuánto deshacer? ¿Cuánto descubrir? Engadi

Inspirado en un texto publicado por Risto Mejide en el diario ADN

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