sábado, 10 de mayo de 2008

Hábitat Tóxico

El DDT (o Dicloro-Difenil-Tricloroetano) está bajando a la Antártida en cantidades incalculables, tal como ya habían previsto científicos del mundo entero mientras eran catalogados de alarmistas y de llevar las cosas a los extremos. El DDT es un insecticida organoclorado bien conocido por ser el más famoso de los Contaminates Orgánicos Persistentes. Diversos estudios han demostrado sus efectos nocivos sobre la atmósfera terrestre, el sistema nervioso humano y el proceso reproductor de numerosas especies animales. Ahora los pingüinos del la Antártida tienen que malvivivir con él y quizás morir por su causa. Siempre los intereses del hombre terminan por acallar el sufrimiento de los desprotegidos animales.

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