jueves, 29 de mayo de 2008

Ir o Esperar

La vida no nos espera;
somos nosotros
quienes tenemos
que ir a
buscarla.
Y el momento siempre
llega: es cuando necesitamos
pensar que algo muy
deseado nos saldrá bien,
que hoy es la nublada vigilia
de un largo mañana de
sol. Nos alimentamos con
bocaditos de confianza, sopitas
de autoestima y helados
de ansia. Pero lo que
queremos que ocurra allí
sigue, detenido en el híbrido
tiempo de las esperas
sin eco, luz ni reloj.
Y entonces reflexionamos,
que es ese flexionarnos
sobre nosotros mismos
para mirarnos de
frente, mientras buscamos
murmullos de respuesta
en nuestro torrente
de dudas. Penetramos
en la esencia del ser, cuando
las raíces se alzan buscando
luz y los sueños descienden
buscando pistas
en que aterrizar.
Son momentos trascendentes
en la vida, porque
quien la está decidiendo
es el único que la
vive de principio a fin, segundo
a segundo y con todas
sus consecuencias:
somos nosotros dentro de
nosotros.
A lo que queremos que
sea nunca hay que huirle,
porque si lo hacemos difícilmente
será. Unas veces
habrá que esperar y otras
actuar; habrá que decidir
entre la presión y la sutileza,
la razón, la emoción,
la conmoción, la pasión…
porque cada roce requiere
su tacto.
Y al final, vibrando
por el sí, estar mentalizados
para un no. Porque
en lo que para nosotros
puede llegar a ser la cumbre,
el no luchado nos
construye mucho más
que la indiferencia sin
historia ni orgullo.

Ángela Becerra (Diario ADN)

fuente: www.adn.es

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