Una mansión en Montecito, Calif.
A pesar, y porque la crisis no va con ellas, las mansiones de todo el mundo siguen vendiéndose, comprándose y luciéndose como siempre. Y a quién nos gusta el diseño y la arquitectura no podemos dejar de fijarnos en su diseño cuando nos las encontramos casualmente navegando por el internet. Eso me ha ocurrido con una bonita mansión en Montecito, una pequeña población de Santa Bárbara en California. La casa data del 1926 y fue diseñada por el arquitecto George Washington Smith, artífice de muchas de las mansiones de los alrededores. George Washington había nacido en la costa este pero se desplazó a California después de haber estudiado pintura y arquitectura, haber vivido en Europa, haberse empapado de los post-impresionistas, sobre todo de Cezanne y Gaugin, a los que admiró especialmente; y de haberse enamorado de las fincas andaluzas. Se quedó a vivir justo en Montecito y adoptó el estilo colonial hispano que no era otra cosa que plasmar los esquemas arquitectónicos que había conocido en tierras de Andalucía en 1914. Su primera casa, Casa Dracaena, fue todo un éxito en el lugar y muchos quisieron vivir en mansiones diseñadas de su pluma. Pasado el tiempo quedaron fustrados sus planes de regresar a Europa tras la guerra y acabó muriendo en California después de haber dejado 80 casas en todo el condado de Santa Bárbara. Hoy el lugar está lleno de personajes famosos que han comprado las creaciones del arquitecto y de alguno de sus imitadores. La mansión que me ocupa fue construida para la familia Ogilvy y cuenta con bodega, oficinas, biblioteca, casa de huéspedes, estudio, cancha de tenis, piscina, spa, etc. Comprada por 15,75 millones de dólares por Ellen DeGeneres y Portia de Rossi en 2006, se valoró en 24 millones en 2007 cuando fue puesta a la venta. Tras alguna miradita a páginas locales parece ser que la mansión al norte de Sycamore Canyon Road fue vendida algunos meses después de ser puesta a la venta por 20 millones de dólares. Las fotos están en la página de Luxury y merece la pena echarle un vistazo ya que no siempre se tiene la oportunidad de tener tantas y tan buenas fotos de estas casas que ya han hecho historia aunque para muchos de los lugareños hayan pasado desapercibidas. Y si te picó la curiosidad aquí tienes un documento único que tristemente ni se puede imprimir ni bajar, pero lo que si, es consultarlo por internet, y es una maravilla... algunas páginas del libro de Patricia Gebhard que recoge todo el trabajo de George Washington Smith, para degustarlo con un buen café y toda una tarde por delante.
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