La suerte es a veces caprichosa... pero esta semana se esta hablando de una suerte que especialmente resultó no sólo caprichosa sino tremendamente oportuna en el pasado GP de Alemania. Nelsinho Piquet consiguió su primer podio, quedando segundo lugar en una carrera en la que no tenía ninguna oportunidad... y ahora suenan las voces de los que culpan a la organización por la deficiente reglamentación sobre el safety-car que en pos de la seguridad está haciendo que en las carreras ya no sólo cuente la pericia del conductor sino el golpe de suerte que puede ser la salida de un compañero de pista. Piquet lleva una pésima temporada, sin decir tiene que toda la escudería está achacando las deficiencias de un coche que promete más que logra... y cuando el joven piloto se reincorporó a pista trás su primera y única parada así iba, como tantas veces, de los últimos, el 14º. Fue entonces cuando Glock tuvo el accidente, salio el safety, se abrió el pitlane y casi toda la parrilla se metió a boxes excepto Hamilton y Heidfeld... Esto colocó a Nelson 3º y virtualmente 1º porque los dos de delante tenían que volver a parar. Ya quedaba muy poco para el final y lo único que tuvo que hacer es mantenerse fuerte para que no se le colaran los de atrás, pero ya estaba todo decidido... Alonso, aunque habló de suerte y en su cara se veía el enfado, tuvo que callar por no perjudicar a su compañero de escudería... Ahora otros hablan, como es el caso de Webber... Ya no pueden dejar de notar que cuando no cuentan los pilotos sino todo lo demás, las carreras comienzan a perder mucho de lo que eran...
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