Es increíble como un país puede dar
el mayor mensaje de buenos deseos y paz entre millones de participantes y fuegos de artificio y todo puede parecer tan bonito… No iba a ver la
ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, y de hecho no la vi cuando la emitieron en directo, pero en la repetición de la noche, con poca más elección por delante, la dejé como fondo y poco a poco fue llamando mi atención hasta que no pude quitar la vista de la televisión... de bailarines pintando a la vez que bailaban, de niños con bonitos trajes de bonitos colores haciendo que oían a su profesora, y de miles de participantes alineados perfectamente en dibujos imposibles… y
casi me lo creo… Tristemente, el pueblo si está creyéndoselo en ocasiones, intentando hacerlo en otras… Hoy, en un diario nacional, leía la encuesta de un osado periodista que en plena plaza de Tiananmen se puso a preguntar a la gente si sabía lo que había pasado allí hace años… aquel fatídico 4 de Junio… Algunos no querían hablar, otros lo habían olvidado ya casi… los más jóvenes incluso quisieron recordarlo pero al darse cuenta de que se trataba, cambiaron de tema, dicendo que aquello era ‘forbidden’… Si, prohibido, en el mes de la alegria china esta
prohibido saber la verdad, como lo estuvo siempre, como lo estará mientras que sigan mandando los que mandan… como tampoco se habla ni del Tibet, ni de
los desalojados, ni de la
estrecha vigilancia a la gente de raza negra, pues, según los encargados de la seguridad de las olimpiadas, ellos son casi siempre los implicados en el tráfico de droga… Suena esto a racismo, ¿verdad? No se como algunos mandatarios, después de tanta parafernalia han tenido la ¿osadía?,
falta de principios… de estar allí… Me ha sorprendido ver la cara de los Principes, Nicolas Sarkozy (uno de los primeros que dijo que no iría y que lo hace como representante de la Unión Europea), Simón Pérez, Vladimir Putin o del mismo George Bush (aunque de él se puede esperar cualquier cosa…) No entiendo como en un país donde
todo está prohibido, donde para entrar, tanto jugadores como visitantes, han tenido cumplir un complicado reglamento, donde no se permiten banderas ni símbolos religiosos, y donde se darán, por seguro, más de un problema, de los cuales no sabremos… se puede creer tanto en una paz que más parece un producto de marketing… El objetivo ha sido conseguido... En el mundo, cada día más, se estudia chino y se reconoce su poder económico y tecnológico… Ahora tras Beijing, habrá China para rato, turismo garantizado y mucho negocio… Ojalá algún día la apertura que prometen, publicitan y no ponen en práctica, llegue a ser una realidad y se logre en paz…
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