viernes, 6 de marzo de 2009

Libros de Bookbarn gratis y por los suelos

Es la imagen de uno de los mayores almacenes de libros usados del Reino Unido, Bookbarn, cuyo nombre es conocido por muchos aficcionados a los libros de segunda mano, ya que ha sido por años uno de los principales prooveedores de Amazon. El local ahora está abandonado tras expirar el contrato de arrendamiento y sus dueños han decidido dar vía libre a la gente para que entre y rebusque hasta conseguir los ejemplares que desee totalmente gratis. La idea ha sido acogida con ilusión por miles de lectores que se han aproximado a Bristol, donde se encuentra el lugar, con espacio suficiente para alojar todo lo que puedan llevarse de una vez (desde coches y caravanas hasta cochecitos de bebé). Lo triste es que siendo amantes de la lectura, como se suponen, los que han ido llegando han conseguido que el desastre sea cada vez mayor y ahora los libres se encuentran tirados en el suelo, fuera de las estanterías, y muchos de ellos dañados ya sin solución. Son millones de libros aún cuyas páginas pueden sufrir la huella de quién camina sobre ellos, algún liquido derramado y ya ni decir de los que han llegado a la puerta de la calle...

Ashley Nicholson, director de la propiedad, explica, perplejo ante el desastre, la idea original:

Le pedimos a Bookbarn que limpiara el local y se deshizo de algunos libros, pero todavía queda una enorme cantidad de ellos. Creímos que sería una buena idea ofrecer a la gente la oportunidad de venir y elegir uno o dos libros y, así, ayudarnos a limpiar el almacén. [...] La respuesta fue increíble desde que lo abrimos al público. Es como una plaga de langostas.

Y así, los “cazadores de libros” llegaron de todas partes, unos con la esperanza de encontrar algún tesoro literario, otros simplemente con la idea de abastecerse de lectura para una buena temporada. Algunos afirman que aún siendo un verdadero caos es emocionante rebuscar entre todo aquello. Claro está que cuando descubres algo que quieres es como si encontraras un tesoro. Así fue con un estudiante que consiguió veinte volúmenes de la enciclopedia Compton y un tomo ilustrado de poesía de William Blake.

fuente: http://www.papelenblanco.com

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