Luces

Llenan calles, plazas y esquinas… escaparates, fachadas y altillos… La Navidad se llena de luces… Las encontramos en cada ciudad olvidando bolsillos y cambios climáticos… Las encontramos en miles de neones de las principales arterias de Tokio jugando a equivocarnos el mensaje, las encontramos alumbrado de nuevo diseño las calles de Madrid para presumir las galas de primer mundo… Están en los escaparates llenos de estrellas de los Champs Élysées de Paris para que los regalos no sean del corazón sino de la chequera, y hay luces en los tianguis de la noche de Coyoacán en Ciudad de México donde el tiempo se para… Menos y más humildes, iluminan la celebración en el abandonado Nezahualcóyotl en el Estado de México, donde hay veces que no queda que celebrar … Pequeñas luces que en la polvorienta calle principal de Sébaco en Nicaragua quieren señalar las fiestas a pesar de que no habrá nada nuevo para cenar… gallo pinto y tostones… como casi cada día… La Navidad explota en miles de luces que llenan nuestra vida como si el frío y la oscuridad del invierno pudiese evaporarse bajo su influjo… Presupuestos enormes y no tanto se van en unas semanas en luces que quieren emular la luz de las estrellas… de una estrella… Quizás lo importante no sean las luces, ni la estrella… sino el camino… Nos perdemos en la decoración y olvidamos el mensaje… La estrella quería iluminar… y si nos dejamos iluminar… quedan los demás… la honestidad… la amistad… la compasión… ¿el mensaje de un niño que nació hace años en Belén?