Lisboa Se Vive En Tranvía
Lisboa es una ciudad amistosa. Además, no está saturada de los turistas como suele ocurrir en otras capitales europeas y los lisboetas se toman su tiempo para orientar al extranjero en el conocimiento de sus barrios y sus tradiciones. No es un lugar para andar con planes preconcebidos, sino para dejarse llevar por el propio ritmo que tiene la ciudad. Y Lisboa no es Lisboa sin su tranvía así que para dejarnos llevar que sea este quién nos pasee por cada uno de sus rincones... el barrio de Chiado aledaño a la Plaza Restauradores... la Cafetería La Brasileira, donde Fernando Pessoa nos dirige una cálida mirada desde su figura de bronce... la Plaza del Rossio, el Castillo de San Jorge, el Barrio de Alfama con su Museo del Fado... Aquí merece la pena dejar por un rato el tranvía para subir sus escalinatas y adentrarnos en el corazón de este barrio de callejuelas angostas, ropa colganda de las ventanas y niños jugando por las calles. Al atardecer tomemos de nuevo el tranvía hasta el Miradouro Da Gracia. Un café y la vista espectacular del sol perdiéndose en los cerros vecinos, un excelente broche para un primer día en Lisboa... Por supuesto nos queda mucho... La Torre de Belén, el Monasterio de Los Jerónimos, las preciosas vistas del Puente 25 de Abril... pero siempre en tranvía... Como Pessoa Lisboa se vive en tranvía, se huele, se aprende, se comparte...
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