martes, 25 de septiembre de 2007

...... En Braga

Paz, sosiego, recogimiento, tranquilidad, y quizás una pizquita de tristeza y nostalgia. Son las características de esta ciudad de Portugal, Braga. A pesar de ser pequeña, Braga es una de las ciudades más importante del norte de nuestro vecino peninsular. Situada junto a Guimaraes, en la comarca Do Minho, ostenta el título de capital religiosa del país y es que, aparte de tener dentro de su territorio el santuario de Bom Jesus, en la ciudad hay más de treinta iglesias que conforman su paisaje urbanístico. El santuario de Bom Jesus, en los alrededores, resulta impresionante. Sobrecoge enfrentarse a sus altísimas escaleras barrocas, a la majestuosidad del templo encaramado sobre una colina; a los jardines y las capillas que rodean la iglesia del Bom Jesus, de estilo neoclásico… y allí abajo, a los pies del santuario; al final de aquella tremenda colina, se extiende tranquilo el Miño, y la pequeña ciudad de Braga. La ciudad resulta igualmente silenciosa. Quizás sea su ambiente casi monacal; las muchas iglesias que jalonan sus calles, en una sucesión de torres y campanarios que nos obligan a ir con la vista en alto contemplando el recorte de sus agujar contra el cielo azul mientras en nuestro oidos retumba la música del silencio. Son treinta iglesias que se aglomeran en el casco histórico de la ciudad por obra y gracia de don Diego de Souza, a quien se le debe el apelativo que un día alguien pusiera a la ciudad de la “Roma de Portugal“. Y allí, en el corazón del casco viejo, nos perdemos en el tiempo cuando bajamos las calles que llevan hasta la Catedral, del siglo XII, de estilos románico aunque con detalles góticos y, como no, manuelinos. Delante de la catedral, el Palacio Arzobispal, del siglo XIV, en el que destacan sus jardines interiores y su fuente, dedicada a Santa Clara. Desde allí, el Palacio de los Biscainhos en la recoleta plaza Municipal, o la Iglesia de Santa Cruz, o las calles comerciales en torno a la Avenida da Liberdade… Pero no todo es recogimiento y silencio, porque Braga es también una de las ciudades más importantes de la conocida Costa Verde, además de ser la cuna del vinho verde, vino fresco, y afrutado, así como de excelentes platos de pescados y mariscos. Braga es, con todo, un excelente lugar donde perderse algún día de escapada en busca de reposo y tranquilidad.

No hay comentarios: