jueves, 24 de mayo de 2007

La Niña De La Calle

"Mi madre cogió tres pantalones y tres camisetas, las puso en una bolsa verde y me echó de casa. Al cerrar la puerta, la luz de la escalera también se apagó y me quedé a oscuras. Recuerdo perfectamente aquella sensación de angustia. Fue un viernes a las once de la noche".
Líneas de un libro que nos hace reflexionar sobre todo lo que tenemos... sobre todo lo que nos quejamos... Me llamó la atención no el título, ni alguna referencia en televisión... me hizo pararme a ver este libro la opinión que alguien escribió en algún blog y que corté hace unos días... No puedo dar la fuente, lo siento, en aquel momento lo guardé y hoy al encontrarlo quise compartirlo... "Lo primero que me llamó la atención fueron sus ojos. Verdes, líquidos, profundos… y tan tristes. Si a Soraya Esfandiari, que estuvo casada con el Sha de Persia, se la conocía como ‘la princesa de los ojos tristes’, Kaoutar Haik, veinte años, se perfila como firme aspirante al título a día de hoy. Kaoutar estuvo el miércoles con El Loco de la Colina (...). El otro día, pese al pedante estilo quinteril –«¿quién es la persona más mala que has conocido en tu vida?», «¿sabes lo que es la pasión?»– y pese a su deprimente vestimenta, modos y gestos, me quedé enganchada al programa. Ella me atrapó. Ha salido al mercado el libro ‘La Niña de la Calle’ (Editorial Styria), en el que la periodista Virtu Morón cuenta la vida de Kaoutar Haik, una joven marroquí que ha pasado literalmente en la calle cuatro años de su vida, los de la adolescencia temprana, durmiendo al raso en la Plaza de Cataluña o en casas de okupas. Su madre –por cierto, el ser más malvado que ha conocido en su vida– la echó de casa a los doce por oponerse a una boda arreglada. A partir de ahí, drogas, delincuencia, palizas a manos de su novio y de su marido. Hoy es peluquera y ha dejado atrás su etapa salvaje pero no parece feliz. (...) Cuando la miras y la escuchas (deseas) que pueda ser feliz alguna vez."
Pasamos la vida mirándonos el ombligo pero hay un mundo a nuestro lado que se duele, y que debería dolernos un poquito... aunque sea tan sólo para desearle todo lo mejor... Un libro que nos hará sentirnos más ricos, más libres, más felices, no por lo triste de su relato, sino porque nos hará apreciar lo afortunados que somos.

No hay comentarios: