domingo, 5 de agosto de 2007

Taj Mahal, La Maravilla De Agra

En el siglo XVI Babur, descendiente de Gengis Khan y de religión islámica, fundó la dinastía mogola, vocablo persa que sustituye a «mongol» para borrar las connotaciones de barbarie que esta palabra tenía. Al conquistar el norte de la India en 1526, creó un gran imperio que subsistió hasta 1857, con capital en Agra, ciudad que tanto él como sus sucesores se dedicaron a embellecer.
En la arquitectura islámica de este momento, continuadora de la tradición persa introducida en el subcontinente en los siglos XI y XII, la distinción entre edificios civiles y religiosos es menos pronunciada que en la arquitectura cristiana. Concebida para subrayar el dominio de la fe coránica, se caracteriza por la clara geometría, la simetría y el equilibrio. Cada elemento aislado se inserta dentro de un marco unificador de compleja decoración geométrica. La construcción se configura en torno a un eje dominante de oración, orientada hacia La Meca, la ciudad santa del Islam.
Cada uno de los sultanes mogoles edificó un magnífico palacio; era costumbre que después de su muerte se transformara en su sepulcro y en el de sus esposas. Estos mausoleos, construidos en mármol, tenían entradas monumentales a las que se accedía tras recorrer espléndidos jardines. Entre todos ellos, el más emblemático es el Taj Mahal, en la orilla derecha del río Yamuna. Ordenó su erección, entre los años 1632 y 1648, el emperador Shah Jehan (1592-1666), en memoria de la más amada de sus esposas, Muntaz Mahal o Luz del Palacio, con la que se había casado en 1612, y que falleció en 1631 en la ciudad de Burhanpur. Según la leyenda, cuando estaba en su lecho de muerte le pidió a su esposo que construyera un monumento que simbolizara la belleza de su amor.

El edificio empezó a construirse hacia 1632, según los planos de un consejo de arquitectos procedentes de India, Persia y Asia central, aunque parece que el auténtico inspirador fue el propio emperador. Trabajaron en su realización más de 20.000 obreros; las obras del mausoleo concluyeron en 1643 y ¡as de las dependencias adjuntas en 1649. En total, el proyecto ocupó veintidós años y costó cuarenta millones de rupias. Se conocen los nombres de algunos de los maestros que participaron en la empresa: el turco Ismail Afandi, que diseñó las cúpulas; Qazim Khan, de Lahore; Chíranji Lal, de Delhi, que se encargó de los mosaicos; el cantero Amir Ah, de Beluchistán; Amanta Khan, de Shiraz (Persia), insigne calígrafo. El maestro de obras fue el turco Listad Isa; la leyenda cuenta que, cuando el edificio estuvo acabado, Jehan ordenó cortar su mano para impedir que pudiese repetir una’ obra semejante. En los escritos de un misionero portugués de la época parece aludirse a la posible intervención de un artista italiano, Jerónimo Veroneo. Aunque efectivamente vivió en Agra durante esos años, nada parece apoyar de forma seria esta hipótesis.

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