Ya hace algun tiempo que corren noticias sobre este nuevo tipo de cama, la cama flotante. El arquitecto holandés Janjaap Ruijssenaars ha estado trabajando durante seis años con varios colaboradores como Bakker Magnetics. La cama se sustenta en el aire por medio de fuerzas electromagnéticas.
El mobiliario convencional permanece en contacto con la tierra a través de la gravedad pero la cama flotante supera esta energía fundamental y cae hacia el cielo. Cuatro cables finos garantizan su posición inmóvil y constituyen el único contacto con el suelo, sosteniéndose a cuarenta centímetros de este. Soporta un peso de hasta 900 kilogramos y ya se está pensando en usar lo descubierto para el desarrollo no sólo de camas sino también de sofás, mesas de comer japonesas, para exponer productos o como base para un pabellón flotante. El campo magnético encima de la cama flotante es reducido en gran medida para que las tarjetas bancarias no sean liquidadas. Según su tamaño los precios van desde 115.000 € la más pequeña hasta a 1.200.000 la mayor.
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